Durante el fertirriego existen tres partes. La primer parte corresponde a fijar la uniformidad del riego, la segunda parte corresponde al agregado de nutrientes tratando de lograr la menor CE posible en el agua de riego, manteniendo alto el potencial hídrico por efecto del aumento del potencial osmótico y aumentando la presión de turgencia. La tercer parte consta de la eliminación de todos los productos químicos del sistema de riego. En el caso de fertirrigar varias etapas, esta parte se puede posponer hasta el final de la última etapa.

Cualquier agua de riego, independientemente de su procedencia, contiene cantidades variables de sales en disolución. La cantidad total y la clase de éstas son los principales factores que influyen en la calidad del agua de riego. Las principales sales presentes son los cloruros, sulfatos, carbonatos y bicarbonatos de calcio, magnesio, sodio y potasio; éstas tienen propiedades muy distintas en lo referente a solubilidad, movilidad y toxicidad. El calcio puede producir obstrucciones al precipitar con los sulfatos y con los bicarbonatos; en cambio, al mantener una cierta acidez en el agua de riego, se evitarán estas precipitaciones.
Justamente por este motivo es interesante utilizar abonos acidificantes. Muchas veces analizamos solamente el pH del agua de riego y no prestamos atención al nivel de bicarbonatos que la misma contiene. El ión bicarbonato actúa de tampón amortiguando los cambios de pH del agua de riego. Además, el riego con aguas con elevada relación entre bicarbonatos y calcio más magnesio, produce un deterioro de las propiedades del suelo, dando lugar a la precipitación de los cationes divalentes e incrementos del PSI.

Cuando el sistema de fertilización está diseñado con un inyector "venturi", este toma la solución fertilizante de un tanque de fertilización. En este tanque se agrega diariamente, la cantidad de la o las soluciones "a medida" entregadas y se completa con agua. La cantidad a agregar se obtiene de dividir la cantidad total requerida por la etapa fenológica en cuestión por los días estimados de duración de la etapa. En una solución de fertilizantes, basta tomar como referencia uno de los iones, pues los otros se encuentran en proporción.

Ejemplo: Si en una etapa fenológica determinada, que dura 10 días, hemos fijado una necesidad de:
N: 26 Kg./ha; luego por día será N: 2,6 Kg./ha-día
P2O5: 7,5 Kg./ha; luego por día será P2O5: 0,75 Kg./ha-día
K2O: 18 Kg./ha; luego por día será K2O: 1,8 Kg./ha-día
La solución "a medida" entregada por NUTRITERRA será la NUTRI-214, que contiene:
N: 10,8 Kg./100 lt
P2O5: 3,1 Kg./100 lt
K2O: 7,4 Kg./100 lt

Acá se comprueba que la relación requerida de N, P y K es igual a la de la solución NUTRI-214, pues fue preparada "a medida" de las necesidades.

Si se va a fertirrigar una parcela de 15 ha, las necesidades nutricionales serán:
N: 2,6 Kg./ha/día x 15 ha = 39 Kg./día para las 15 has.
P2O5: 0,75 Kg./ha/día x 15 ha = 11,25 Kg./día para las 15 has.
K2O: 1,8 Kg./ha/día x 15 ha = 27 Kg./día para las 15 has.

Por lo tanto, en el tanque fertilizador se deberán agregar:
39 Kg./día de N / 0,108 Kg./lt de N = 360 litros/día, de la solución NUTRI-214, para las 15 has.
En los 360 litros de la solución NUTRI-214, también están incluidos los requerimientos de P2O5 y K2O, pues están en proporción al N.

Se agregan, por lo tanto, 360 litros de solución NUTRI-214, se enrasa con agua el tanque y este preparado es alimentado al sistema de riego. En el caso de contar el sistema de riego con bomba dosificadora, se deberá regular la bomba para dosificar la cantidad mencionada, durante el tiempo fijado para la fertilización.

Es así, que al cabo de los 10 días en que se cumpla esta etapa fenológica, se habrán agregado todos los nutrientes requeridos, pasando luego a la siguiente etapa.

El pH de la solución del suelo en contacto con las raíces puede afectar el crecimiento vegetal de dos formas principalmente:

• El pH puede afectar la disponibilidad de los nutrientes: para que el aparato radical pueda absorber los distintos nutrientes, éstos deben estar disueltos. Valores extremos de pH pueden provocar la precipitación de ciertos nutrientes permaneciendo en forma no disponible para las plantas. Generalmente, el elemento adicionado que puede inducir mayores problemas de precipitaciones es el fósforo, concretamente por la posible formación de fosfatos de calcio.
• El pH puede afectar al proceso fisiológico de absorción de los nutrientes por parte de las raíces: todas las especies vegetales presentan rangos característicos de pH en los que su absorción es idónea. Fuera de este rango la absorción radicular se ve dificultada y si la desviación en los valores de pH es extrema, puede verse deteriorado el sistema radical o presentarse toxicidades debidas a la excesiva absorción de elementos fitotóxicos (aluminio). Niveles extremos en el pH de un suelo deben ser corregidos.

• Importancia del pH en el suelo.
En general, cuando el pH del suelo aumenta, la disponibilidad de la mayor parte de los nutrientes baja. Y al contrario cuando este es bajo, la disponibilidad de los nutrientes aumenta.
Cuando la tierra es más ácida, la alta concentración de iones de hidrógeno (H+) se combina con varios elementos, formando ácidos que tienen el efecto de disolver los compuestos de la tierra que contienen los nutrientes. En cambio, cuando aumenta el pH, los iones hydroxilos (OH-) se combinan con los nutrientes y otros elementos, particularmente el calcio, formando hydróxidos de baja solubilidad.
Por ello dependiendo del pH, pondremos o no pondremos los nutrientes a disposición de las plantas.

• Importancia del pH del agua de riego.
La inmensa mayoría de las aguas de riego que manejamos muestran un pH superior al óptimo.
El agua es el disolvente en la solución del suelo, y los solutos son los componentes del suelo más los nutrientes agregados. En general, la solubilidad de una determinada sustancia en agua es controlada por variaciones de temperatura, presión, pH, potencial redox y las concentraciones relativas de otras sustancias en solución. El pH de esta solución prácticamente es fijada por el agua y por los fertilizantes agregados, en caso de suelos no muy salinos.

• Importancia del pH en la solución de fertirrigación.
El pH en las soluciones de fertirrigación debe ser tal que permita estar disueltos a la totalidad de los nutrientes sin dañar las raíces, evitando de este modo la formación de precipitados, que pudieran causar obturaciones en los sistemas de riego e indisponibilidad para la absorción radical de dichos nutrientes.
Si las condiciones de pH tanto en el bulbo húmedo como en el agua de riego, no son las adecuadas, estas se deben corregir mediante el agregado de ácidos en el agua o de encalados de los suelos.

Si, en el caso de que se efectúe una fertirrigación, para prevenir fenómenos de contaminación y evitar la percolación y la escorrentía superficial del agua y de los nitratos en ella contenidos, debe ser practicada con métodos de riego que aseguren una elevada eficiencia distributiva del agua.

Tener en cuenta que el fertilizante no debe ser incorporado al agua desde el comienzo del riego, sino preferiblemente después de haber suministrado cerca del 20-25 % del volumen del agua; la fertirrigación debe completarse cuando se ha suministrado el 80-90 % del volumen de agua.

Cuando se adopta el riego por infiltración lateral (por surcos) conviene recordar que el riego de lavado de los nitratos decrece:
• A medida que se avanza en el surco del inicio al final.
• Desde los suelos arenosos, poco expansivos y de alta permeabilidad a los suelos arcillosos, expansivos y de baja permeabilidad.
• Desde los suelos superficiales a los profundos.
• Desde los cultivos con sistema radicular superficial a los de raíces profundas.

NUTRITERRA® recomienda utilizar, para la aplicación de sus fertilizantes, un tanque dosificador de altura constante, para asegurar una dosificación precisa.